Quienes apostaron por Brasil perdieron grandes sumas. Quienes proyectaron que Brasil jugaría la final –bancos de inversión, matemáticos, analistas, 'adivinos', entre otros– nunca imaginaron que la verdeamarilla ocuparía el cuarto lugar tras recibir 10 goles en dos partidos. Dilma apostó por su selección contra viento y marea, se enfrentó a sus críticos con la esperanza de que un campeonato mundial aplacaría las protestas. Incluso luego del 7 a 1, confiaba en un tercer lugar. Sin duda, la canarinha se tomará su revancha en siguientes mundiales, pero hoy volvió a perder ante Holanda y las imágenes que comparto  dicen mucho.

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Brasil 0-3 Holanda