La gran final arrancó con la misma propuesta alemana de pasar por encima a su rival, llevando mucha gente al ataque. Argentina, sin embargo, se paró muy bien en defensa apelando al contragolpe.

Así, los sudamericanos llegaron con transiciones rápidas entre defensa y ataque, que pusieron a Higuaín en buena posición para definir en un par de oportunidades, dentro de los primeros minutos.

A pesar de que la presión alemana era incesante y el pelotazo era lo más recurrente del cuadro argentino. Pero cuando la contra se armaba bien, el cuadro sudamericano tenía las chances más claras de gol.

Volcados por derecha, los alemanes intentaban con el genial Philip Lahm y Müller, metiendo centros para buscar la cabeza de Klose. Demichelis y Garay en la defensa argentina estaban muy atentos.

A mitad del primer tiempo, una jugada fue clave para el desenlace del partido. Kramer sufrió un golpe que lo mareó y tuvo que ser reemplazado por Schürrle.

Cerca del minuto 20, la más clara del primer tiempo estuvo en los pies del "Pipita" Higuaín. Mal rechazo de Kroos hacia atrás y el delantero argentino se quedó solito frente a Neuer. Se puso nervioso y definió muy mal.

A los 29', otra oportunidad para Higuaín, que esta vez anota. Celebra durante mucho tiempo antes de darse cuenta de que el árbitro asistente tiene el banderín levantado. Gol anulado por offside.

Ese gol anulado nos dibujó un mapa claro del partido, hasta ese punto. Alemania tenía la absoluta posesión de la pelota, pero le resultaba imposible romper el buen cerco de la defensa argentina. Los gauchos, en cambio, hacían mucho daño cada vez que llegaban de contra.

Con esa figura se extinguía el primer tiempo. Con un Alemania volcado en cancha argentina, pero dejando a su defensa muy comprometida cuando llegaba la contra. Argentina había tenido ocasiones claras, Alemania no.

Hasta la última jugada de ese primer tiempo, en que un centro de Toni Kroos desde la esquina encontró a Höwedes llegando con velocidad. El lateral estampó su cabezazo en el poste, cerrando la primera parte con la jugada más clara del partido.

En el segundo tiempo Argentina parecía querer sacudirse un poco de la presión alemana y empezó jugando con las líneas más adelantadas. Comenzando la segunda parte, Messi tuvo otra clara.

Alemania rápidamente recuperó el dominio de la pelota, pero aún así les seguía costando llegar. El segundo tiempo, en sus primeros minutos, fue muy parecido al primero.

Otra vez el juego alemán pasaba por el lado y los pies de Philip Lahm. Con un gran partido de Schweinsteiger y Kroos en el medio campo, llevando al equipo adelante con gran presión.

Argentina poco a poco dejó de atacar y comenzó a buscar ya el empate, para llegar al alargue y a los penales.

El físico comenzó a hacer mella en jugadores argentinos en los últimos 20' del tiempo reglamentario. La figura de Mascherano creció mucho, tapando a Kroos.

El trabajo de Schürrle comenzó a crecer también, por la otra banda. Argentina volvió a replegarse y a defender con mucha concentración, pero sus contragolpes ya no eran efectivos. El "Kun" Agüero no estuvo bien.

En los minutos finales del tiempo reglamentario, Argentina se resguardó, mientras Alemania se iba con todo para resolverlo antes del alargue. Estaba claro que la estrategia que quería imponer el cuadro albiceleste (hoy de azul) era, primero que nada, no recibir goles.

Los 90' se terminaron con el ingreso de Götze, que también sería fundamental en el resultado final del partido. Los sudamericanos querían penales.

El panorama en el alargue era exactamente igual, con un cuadro alemán proponiendo con el balón en los pies y el equipo argentino defendiéndose muy bien, con mucha concentración y esfuerzo.

Aún con un cuadro germano dominador, la más clara de la primera parte de la prórroga fue para Argentina. Un gran pase de Rojo encontró solo a Palacio, que no supo definir frente a Neuer, lo quiso sombrear y la pelota se fue.

Cuando empezó el segundo tiempo suplementario, la mayoría del publico apostaba porque la cosa terminaba en la ruleta de los penales. Al menos la disposición del buen equipo argentino era ese.

Pero no contaban con esos dos hombres que salieron del banquillo. A los 113', cuando faltaban 7 minutos, un gran desborde de Schürrle encontró en el área con un centro a Götze. El joven de 22 años la bajó excelente de pecho y la tocó ante la salida de Romero para un gol que vale un título mundial.

Argentina buscó el empate, saliendo con todo, pero ya la situación se presentaba como para que prime la desesperación antes que el buen juego. Buscándolo como pudo, trató de llegar al arco de Neuer, pero no le trajo muchos problemas. Incluso, Müller estuvo cerca de poner el segundo con un centro que no encontró a nadie.

Así se acabó el partido, dándole a la selección alemana su cuarto título del mundo, totalmente merecido. Argentina fue un rival digno, que planteó sus últimos partidos muy bien y al que no hay que objetarle su subcampeonato. Así se termina uno de los mejores mundiales de la historia. Nos vemos en 4 años, esperando que la fiesta del fútbol sea igual de intensa y hermosa que la vista en estos 31 días. Felicitaciones a los campeones.

ALINEACIONES:

Alemania: Neuer, Lahm, Hummels, Boateng, Höwedes, Schweinsteiger, Kramer (Schürrle), Müller, Kroos, Ozil, Klose. DT.- Joachim Löw.

Argentina: Romero, Zabaleta, Demichelis, Garay, Rojo, Pérez (Gago), Biglia, Mascherano, Lavezzi (Agüero), Messi, Higuaín (Palacio). DT.- Alejandro Sabella.

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