Suárez, el mordedor
Además de morder a Chiellini en Brasil 2014, el delantero uruguayo hizo lo propio con Otman Bakkal y Branislav Ivanovic en la Premier League.
Se jugaban los 78' del Italia-Uruguay, los sudamericanos urgían del triunfo para clasificar y el gol no llegaba. El balón se disputaba fuera del área italiana. Sin embargo, al tratar de safarse de la marca, Luis Suárez muerde por la espalda a Chiellini. El zaguero reclamó al arbitró mexicano Marco Rodríguez, a tal punto de mostrarle la huella de los dientes del delantero uruguayo, quien se tocó la boca en señal de dolor. No hubo tarjetas.
Tres minutos después, un cabezazo de Godín otorgó el triunfo a los sudamericanos. Quizás, si Suárez hubiese sido expulsado, el destino del compromiso hubiera sido otro. Con un hombre menos, Italia tuvo que resistir el desbalance númerico y la complicidad de un juez de línea que no sancionó la falta del atacante del Liverpool.
"Suárez siempre se libra de todo porque la FIFA quiere que sus estrellas jueguen en la Copa del Mundo. Me gustaría ver que tengan el coraje de utilizar las evidencias que arrojaron los videos contra él. El árbitro vio la marca de la mordida también, pero no hizo nada al respecto", comentó Chiellini, al finalizar el compromiso.
Justamente es en la Premier League donde se origina este tipo de reacciones del uruguayo. Y es que, a la luz de los hechos, ésta fue la tercera mordida que practica a un rival. Otman Bakkal (al cuello) y Branislav Ivanovic (al brazo) antecedieron a Giorgio Chiellini (a la espalda).
La Federación Inglesa de Fútbol, actuó al respecto y, por encima del juez de línea, suspendió a Suárez por un plazo de 10 fechas, lo que se consideró una sanción ejemplar contra una actitud pocas veces vista en un campo de juego y que, más allá del castigo, amerita una revisión psicológica.
Tras la falta del uruguayo a Chiellini, las redes sociales fueron ocupadas por los característicos 'memes', que retrataron a un Suárez como un canibal. El juego sucio ya es una costumbre para el '9'.
Burlas y caricaturas aparte, la FIFA debería imponerse, como lo hizo ya la Federación Inglesa de Fútbol, y castigar drásticamente al jugador uruguayo. Una cosa es que el fútbol sea un deporte de contacto y otra muy diferente, valerse de una mordida para perjudicar al rival. Esperemos que la sanción se aplique a la brevedad y no sea como dijo Chiellini: "Suárez siempre se libra de todo porque la FIFA quiere que sus estrellas jueguen en la Copa del Mundo".
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